JUSTO Y NECESARIO La Planta Ancap Dolores se cerró y el mundo siguió andando. A pesar del trago amargo, podría ser una buena línea para un tango, aunque de original nada. Sus empleados siguieron en otros destinos. Los yuyos invadieron la otrora prolijas instalaciones y el silencio poco a poco fue una lápida. Algún rumor quiso justificar la clausura y la promesa de reapertura de candidatos políticos en la campaña de 1984. Algo tan inútil como banal si no fuera que jugaban con la esperanza de mucha gente. Nadie dio respuesta fundada sobre el infausto destino. Ni una investigación, ni nota periodística, poco a poco se instaló la desmemoria. Vaya a saber por qué razón, en este tiempo y en forma paralela, dos personas nos pusimos a investigar sobre el tema. Emilio Hourcade encara el tema del barco petrolero Ancap V y su mundo conexo, lo comunica en su revista digital Soriano Fluvial número 17. Trabajo que recomiendo y toda la excelente obra del autor, un inves
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