ILUMINANDO LA HISTORIA

    La idea de recrear el funcionamiento de la Planta Ancap Dolores, se hace a través de entrevistas a tres de sus empleados que desarrollaron labores hasta el año 1978 en diversos sectores de la organización.

   Dieron su vivencias Juan Pozzolo de vigilancia y Néstor Ortiz de operativa y dirección. Faltaba administración, ese aporte lo realiza Rolando Alberto Polero Pezzolli.

   Tiene la particularidad, a diferencias de los otros compañeros citados, que su vida laboral no culmina en Ancap. Al cierre de la planta fue trasladado a la Dirección Nacional de Aduanas, Sub Receptoría de Dolores. Luego cumplió funciones en otras dependencias aduaneras ascendiendo en la escala jerárquica. Su experiencia.

 

¿En qué año naciste?

El 25 de febrero de 1940.

¿Ingresaste en Ancap en qué fecha?

El 10 de junio de 1963.

Te fuiste en el 78 y entraste en Aduana

Estuve un año con sueldo, cuidando la planta con los cuatro compañeros que quedaron. Después cuando iba a empezar el medio sueldo de los otros seis meses o un año, no recuerdo bien ahora, salió lo de Aduana.

 ¿Te jubilaste en que año en Aduanas?

Hace 12 años, en el 2010, a los 70 años.

 ¿En Ancap entraste en qué puesto?

Auxiliar administrativo, nada más que en aquel tiempo hacías una semana en facturación, que eran una cantidad de hojas. A la siguiente semana pasabas a contabilidad, a las mesas de atrás, que llevaba el control de todo. En la otra hacías la parte de liquidación, cuando se recibían solamente cheques. Íbamos rotando. Entonces todos aprendíamos el trabajo de oficina bien

 ¿Quiénes eran tus jefes?

Coro Gadea y después Julio Villamil

 Los compañeros administrativos ¿quiénes estaban?

Emil Cabrera, José Serqueiro, yo y estuvo un tiempo Néstor Ortiz. Néstor era peón, se le llamaba antes,  pero después lo pasamos a la oficina  porque lo pedimos nosotros. Era una colaboración bárbara, los sábados había que ir hacer inventario y todo eso, con más razón. 

 ¿En qué horario trabajaban?

Había un horario que fue el que acepté yo, que más me gustó,  6.30 a 10.30 hs y 12.30 a 16.30 hs. Había otro de 8.00 a 12.00 hs y de 14.00 a 18.00 hs.

Como yo recién me había casado y ya tenía un hijo chico, después vino la nena, me quedaba mejor porque me tenía un espacio entre 10.30 y 12.30 hs para colaborar en casa y después de las 1630 hs con más razón.

 El pago del combustible ¿era contado o a los agencieros le daban crédito?

Eran con cheques diferidos, que nosotros los mandábamos en sobres a Luis Mario Ochoa, el jefe de plantas del interior. Era una ventaja bárbara, venían los cheques ya los agencieros sabían cuánto tenían que disponer y mandaban el cheque.

 ¿Quién traía el cheque?  

El camionero

 ¿El venía con la orden: vengo a comprar tantos litros y ya pagaba?

El cheque ya venía por todo lo que iba a llevar.

 ¿Uds. sabían antes lo que el camionero iba a llevar o le avisaban por teléfono?

Aunque te parezca mentira nosotros nos enterábamos lo que iba a llevar ya ahí en el momento. Yo no me acuerdo si algunos de los camioneros, porque había  gente de mucha confianza. Uno que venía, Atilio Gobbi de Palmitas, que capaz ellos ya sabían lo que era y lo hacían ahí el cheque pero otros venían con los cheques.

 El camionero ¿entraba, iba a ustedes le pagaba, hacia una orden de trabajo y después se cargaba el camión?

El camionero dejaba el camión para entrar, venía a la oficina, decía lo que iba a retirar y ya ahí dejaba el cheque y  nosotros empezábamos a facturar  y él ya se iba a cargar.

 ¿Uds. reportaban a Ochoa, a plantas del interior?

Todos los días se enviaba un sobre.

 ¿Cada tanto tenían alguna inspección de Montevideo?

Muy poco, mira yo creo que alguna vez. Lo que teníamos que se hacía casi semanal, los sábados, que era una extra, tomar el recuento de los tanques, un inventario había que hacer. Lo hacíamos con los fiscales y nosotros llevábamos el control.

 

 Dolores perdió una fuente laboral y trabajo conexo. A pesar del tiempo, una característica sigue intacta. Gastón Charlo, el Dino, así lo canta.

 https://www.youtube.com/watch?v=jyyv9y-Qdx8

 

 El presente artículo se basa en una entrevista, a don Rolando Polero, el 24 de septiembre de 2022.





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